jueves, 31 de mayo de 2007

OJO chicos: ¿Cómo convencer a la cuaima que no le eres infiel en plena cola de Caracas?

Las 7 de la noche, la cola era tal, que la camioneta hacia mi casa que normalmente pasa por la avenida San Martín, se desvió y pasó justo frente a mi trabajo. ¡Que suerte!

Subí a ese vehículo con la sensación de haber entrado a una vieja discoteca. Me sentí como en la típica tasca discoteca ubicada en una de las esquinas del pueblo de Chichirivichi, en el estado Falcón, a la que entré en julio de 2000.

La cola en Caracas estaba fuerte. Pero el clima fiestero en el autobús destartalado, hacía llevadero el tráfico. Con las luces rojas, amarillas y verdes; y la melodía de "Alma Gemela" de Gilberto Santa Rosa se pasó el tiempo.

Me quedé cerca de la entrada, como tienen la costumbre varios pasajeros que se empeñan en trancar el paso justo en la puerta. Yo no podía hacer menos. Pero es que pasar a la última parte del autobús me generaba cierto temor. Como quien entra en una cueva donde encontrará una mala sorpresa.

Cuando el autobús se adelantó a la cola y se quedó otra vez estacionado por el cine porno que queda al lado del diario El Nacional, uno de los pasajeros contesta su celular. El chico intentaba convencer a su novia, esposa o marinovia, que estaba en una cola en pleno centro de Caracas. Pero el ambiente discotequero de la camioneta navegó por la señal móvil de tal manera, que no convenció a la cuaima al otro lado de la línea.

"Pero mi amol, estoy en El Silencio. Ah pues no me clees. Es en serio Mariana, hay mucha cola". Del otro lado de la línea la mujer seguro le decía: "Y esa música, tu crees que yo me chupo el dedo"

Él le decía: "Es en la camioneta, sabes que hablamos en la casa", dijo algo incomodo ante las miradas de otros pasajeros cercanos a él, por la ley de la gravedad que se ejerce entre los cuerpos, cuando se está en una camioneta en la hora pico y sin un espacio para estirar los brazos, o te acusan de querer robar a alguien.

El chico en vano le trató de explicar a la cuaima que como cualquier caraqueño se había quedado atrapado en el tráfico un día de pago de quincena.

Jocosamente una señora le dice: "Mijo, pero tenía que decirle exactamente por dónde estaba para que ella se ubicara y le creyera" .

Si claro, semejante consejo dije yo. Seguramente el chico tenía que describirle la zona: "Voy en una camioneta tipo discoteca, justo entre las esquinas de Puente Nuevo a Puerto Escondido en pleno centro de Caracas. Donde queda el cine que pasa películas porno que esta ubicado en El Nacional y una tasca de mala muerte donde las meseras tienen pinta de colegialas fugadas de clase y con varios días de calle. Ah y cerca de la pensión Florencia y al cruzar el hotelito La Rosa Mágica. Más adelante una bodega tipo licorería llena de tipos que se gastan todo el sueldo bebiendo y en la otra esquina unos recoge latas desordenan toda la basura..." ahí mismito se encontraba el chico.

La destreza del chofer nos permitió esquivar el tráfico, casi salimos a la esquina que da al puente San Juan. Finalmente se regresó a la avenida San Martín, justo por la plaza Capuchinos. Un grupo de personas trancaban el tráfico. No esperé que se subiera una chica en esa esquina, cuando ya le estaba preguntando qué pasaba. Algo dentro de mí tenía la esperanza de que el motivo de la tranca fuese una manifestación pacífica de los cerros, pidiendo al Presidente conciliar o volver a renovarle la concesión a RCTV. Pero que va, la respuesta fue: "Parece que mataron a otro motorizado, porque llegó la camioneta del forence del CICPC o antígua PTJ, y hay un poco de gente aglomerada que no deja pasar los carros".

¡Válgame Dios! nos levantamos con malas noticias y atardecemos con malas noticias. Así esta Caracas estos días.

Ya finalizando el tour y olvidándonos un poco de la tragedia ajena, me conformé con el chisme ajeno. No faltaba más. Al bajarme no podía dejar de desearle suerte al chico para que la fulana cuaima Mariana, le creyera. "Adiós, y suerte con Mariana".

¿Será que las mujeres podemos llegar a ser tan insoportables que no le creamos a un chico como este, atrapado como tantos en el tráfico de la capital. Pero que gracias al jolgorio de los choferes por lo menos podemos llegar a casa tarareando una melodía?

¿O es que nos han hecho tantas, que ya no creemos ni el padre nuestro?

miércoles, 23 de mayo de 2007

Cuentas por pagar


Será que cuando comienzas a ir a la taquilla de la electricidad de Caracas, o te calas la espera por más de una hora para que te atiendan en Cantv y además estas pendiente del pago del condominio y el crédito hipotecario, ¿eres una mujer hecha y derecha?


Ya comienzan los compromisos. Adiós a las salidas al centro comercial o al cine simplemente para desestresarme. Las cuentas comienzan a pesar en el bolsillo.

-Bueno eso es lo que significa precisamente ser una mujer independiente, moderna y auto suficiente-. Pero llega un punto en que uno dice: ¡Auxilio, quiero volver a ser estudiante y mantenida!


Será que podré volver a ser irresponsable y viajar fuera de estas fronteras para comerme un sabroso helado en Florencia.


Todo tiene su tiempo. Me llegó el de sentar cabeza y aprender a ser responsable con los gastos. Muchos no sabemos administrarnos. Escribo de economía, algo me tendrá que quedar de eso. Ahora el costo de la canasta básica (la suma de los gastos en alimentación, vivienda, educación, salud, servicio públicos y recreación), tiene mi nombre y apellido cada mes.

martes, 22 de mayo de 2007

La doña Barbara de mi casa: Mi abuela


Con este tema de la fragilidad, salió a relucir el recuerdo de mi abuela. Una mujer recia, que decidió sacar adelante una familia pese a todos los contratiempos. Como seguramente lo han hecho y lo hacen miles de mujeres que por distintas razones han tenido que verselas solas.

Como dicen, fue una mujer echada p´ lante. Fue agricultora, comerciante, partera y costurera. Hasta constructora. A punta de bahareque levanto una casa. Aunque no le gustaba la cocina, sus manos prodigiosas hicieron muchas cosas. No se quedaba quieta en ningún momento.

El tiempo en que viví con ella en Maracaibo, durante mi época de estudiante en la Universidad del Zulia, pude comprender lo que es una mujer con guáramo. A sus 80 y tantos años que tenía a finales de los 90, nada le agobiaba, al contrario, se levantaba desde las 5 de la mañana a trajinar y buscar qué hacer. Eso sí, se acostaba tempranito.

Recientemente la recordé porque fui a la península de Paraguaná. Cuando vi el letrero que decía Amuay, reviví unas vacaciones que pasé en familia en ese pueblo. Mi abuela se iba sola hasta una montaña a ver el mar y recoger caracoles. Se levantaba antes que todos y cuando abríamos los ojos, ya había recorrido la playa e incluso se había echado un chapuzón. La imagen que tengo de mi abuela, es la de una mujer fuerte y amorosa, luchadora y vencedora. Nunca flaqueo, nunca se dio por vencida. Pese a que su cuerpo le jugó una mala pasada y le impidió seguir caminando de un lugar a otro en los últimos años de su vida, no dejó de ser la mujer inquieta y con mucho ánimo que conocí y disfrute unos años.

Gracias abuelita por estar a mi lado. Te conocí y puedo decir perfectamente que gracias a tu ejemplo sé que las cosas se pueden lograr en esta vida con mucho empeño y optimismo, y por su puesto con la ayuda de Dios. Por eso no puedo ser una mujer que se da por vencida ni que sucumbe ante la primera tempestad.

sábado, 19 de mayo de 2007

Hacerse la frágil para conquistar a un hombre: no me la calo


No hay nada más molesto que fingir para conquistar a un hombre. Por lo menos eso es lo que yo pienso. Esa teoría de que las mujeres nos tenemos que hacer las frágiles y desprotegidas para que un chico nos preste atención y se crea nuestro salvador, me saca de quicio.


La revista EME, que no es más que una copia de esas revistas que nos impone el imperialismo mediatico de la moda, jejejeje,(cosmopolita, vanidades, glamour, marie claire), todas que alguna vez he leido, refuerza esa teoria, que las mujeres tenemos que hacernos las sensibles y vulnerables para poder atrapar a un hombre.


Esto me recuerda una tarde de uno de esos días libres que de vez en cuando tengo. Un chico con el que solía salir (pana solamente), me dice: debo buscar un bombillo con urgencia.


¿Un bombillo, pero para tu casa?


-Si un bombillo pequeño para una lampara. (Claro él no contestó para qué o para quién era el bombillo).


Así que lo acompañé a buscar el fulano bombillo, que para nada era de los ahorradores que la misión energética, reparte de casa en casa. Luego de recorrer como tres comercios finalmente dimos con el bombillo.


El secreto se reveló, era para una chica que aparentemente no tenía tiempo en su vida, para ir a comprar un bombillo y además no sabía colocarlo. La expresión de la chica fue exactamente la que indica la guía de hacerse la mujer frágil: Ahí gracias, ahora cómo lo coloco, por qué no subes a mi casa a poner el bombillo. Es que yo no se como.


Esas palabras derritieron a mi amigo que inmediatamente se debió sentir como el salvador de aquella doncella, que estaba atrapada en la tecnología de cómo poner un bombillo en una lampara. El chico subió y la salvó. Toda una hazalla digna de una película de esas cursis.


Yo me quedé perpleja realmente. Ver como en esta época de libertad e igualdad, una mujer hecha y derecha no sabía como colocar un bombillo era sorprendente. Por su puesto que la chica lo que hizo fue aplicar la norma de la fragilidad, para atrapar al chico (aunque sea para que fuese su sirviente en ese momento), que se creyó todo un heroe.


Y fíjate la cara de frágil funcionó perfectamente. Tengo unas cuantas amigas que dicen que no hay nada más infalible que ese método para volverlos como bobos. Se creen los reyes, los amos y señores, los inteligentes y por su puesto terminan pensando que dependemos tanto de ellos que sólo podremos rendirles adoración. Ponte a creer. Detrás de cada mujer presuntamente frágil se esconde una cuaima que sabe hacer uso de todas las artimañas para embobarlos, quitarles toda su voluntad y hacerlos unos títeres del imperio femenino. Adios.

lunes, 14 de mayo de 2007

Regresé

Por fin tengo Aba en mi nuevo apartamento y puedo volver a bloguear. Un mes completo sin entrar al blog y un mes completo viviendo en nuevo techo. Ya que tengo total acceso, comenzaré a actualizarlos con mis historias divinamente rellenas. Saludos.