Esta tarde, antes de salir del trabajo me demoré unos 10 minutos adicionales llamando por teléfono. Previamente había cuadrado una cola con un compañero que iba de salida y pasaría con su carro frente al lugar de mi destino.
Cuando bajé, y entré en su vehículo me dijo: "definitivamente eres insoportablemente toda una mujer", refiriéndose al tiempo que tardé.
Nunca me había sentido tan orgullosa de ser mujer como en ese momento. En lugar de enojarme la impaciencia de mi amigo, al expresar su inconformidad con mis 10 minutos (o quizás más) que me demoré, me sentí totalmente reivindicada con mi ser.
"Insoportablemente toda una mujer", me incluye en el grupo de las féminas que se pasan horas y horas arreglándose frente al espejo de la casa o del baño; o de aquellas que dan las mil y una vueltas antes de salir de casa porque han dejado algo; o las que al cambiar de cartera todos los días (para combinar con la ropa), minuciosamente dedican parte de su tiempo a traspasar sus checheres de un bolso a otro, situación que impacienta a la pareja, amigos y demás.
Normalmente había sido catalogada "como una chica particular". Cuando iba al cine con un amigo siempre me decía: "eres extraña, vas al baño muy rápido y no te quedas quizás viéndote en el espejo". Era divertido, a veces iba tan rápido sólo para verle la cara de asombro por mi agilidad, cuando salía antes que él del sanitario. Pero aunque en algunas cosas puede que no tengo las mismas mañas de mis iguales, sigo siendo "insoportablemente toda una mujer", y es eso lo que realmente les gusta a los hombres de nosotras. Lo insoportablemente coquetas que somos, lo insoportablemente compasivas que podemos ser, o lo insoportablemente celosas, intolerante, amorosas o alegres y algunas veces tristes. Las mujeres venimos con todo incluido. Así que ya saben: soy"insoportablemente toda una mujer"
Cuando bajé, y entré en su vehículo me dijo: "definitivamente eres insoportablemente toda una mujer", refiriéndose al tiempo que tardé.
Nunca me había sentido tan orgullosa de ser mujer como en ese momento. En lugar de enojarme la impaciencia de mi amigo, al expresar su inconformidad con mis 10 minutos (o quizás más) que me demoré, me sentí totalmente reivindicada con mi ser.
"Insoportablemente toda una mujer", me incluye en el grupo de las féminas que se pasan horas y horas arreglándose frente al espejo de la casa o del baño; o de aquellas que dan las mil y una vueltas antes de salir de casa porque han dejado algo; o las que al cambiar de cartera todos los días (para combinar con la ropa), minuciosamente dedican parte de su tiempo a traspasar sus checheres de un bolso a otro, situación que impacienta a la pareja, amigos y demás.
Normalmente había sido catalogada "como una chica particular". Cuando iba al cine con un amigo siempre me decía: "eres extraña, vas al baño muy rápido y no te quedas quizás viéndote en el espejo". Era divertido, a veces iba tan rápido sólo para verle la cara de asombro por mi agilidad, cuando salía antes que él del sanitario. Pero aunque en algunas cosas puede que no tengo las mismas mañas de mis iguales, sigo siendo "insoportablemente toda una mujer", y es eso lo que realmente les gusta a los hombres de nosotras. Lo insoportablemente coquetas que somos, lo insoportablemente compasivas que podemos ser, o lo insoportablemente celosas, intolerante, amorosas o alegres y algunas veces tristes. Las mujeres venimos con todo incluido. Así que ya saben: soy"insoportablemente toda una mujer"
3 comentarios:
Katy si supieras el número de mujeres que han llegado 17 minutos tarde a mi cita y no me encontrado porque yo solo espero 15 minutos... a mí no me gustan las mujeres "insoportablemente mujeres" como dices.
Si la cita es a las 8:00 p.m. y a las 8:15 no ha llegado.. upss me voy
por cierto jennifer barreto, comparto tu comentario
Publicar un comentario