Compré apartamento, fue difícil llegar hasta esto, pero lo logré con la ayuda de un Dios grande y poderoso y de mi madre. Bueno y de los amigos que me soportaron todo este tipo de tramite intenso con los banco, los registros inmobiliarios y de más papeles y todos los asuntos fastidiosos que esto implica.
Ahora viene la mudanza y el trato con los nuevos vecinos. Por ahora estoy en la etapa de pintar todo rápido porque la mudanza es el domingo. Aunque el domingo pasado llevé algunas cosas o corotos como dicen, para muestra las fotos que anexo en este post. Pero para este sábado busqué unos voluntarios (Aura, Norberto y Maria Alejandra) jejejeje que me ayudarán a pintar. Ya les mostraré las fotos de esa hazaña por por las paredes de mi apartamento. Luego de más de una década fuera de mi casa en el Táchira, ahora vuelvo a vivir en familia. Un nuevo inicio divinamente relleno de sorpresas.
Este es Gustavo el esposo de la señora Xiomara donde viví y peleé por más de 5 años.
Los extrañaré bastante, aunque no estaremos tan lejos, quedamos cerca, asi que pronto haremos nuestro tradicional kareoke con canciones de Marc Antoni, OlgaTañon, Rancheras y Vallenatos en mi nuevo apartameto. (De izquierda derecha: estefania, yo y xiomara)
6 meses de paridera inmobiliaria, estoy graduada en experta en créditos de Política Habitacional.
No ha sido fácil, pero lo logramos, vencimos obtáculos financieros, de papeles y tramites y por fin esta semana se concreta la mudanza a mi nuevo apartamento.
Recuerdo mi primera mudanza de casa, fue en el 91 cuando salí del Táchira al Zulia para ir a la uiversidad, iba llorando por todo el camino, era dificil dejar la casa con 17 añitos. Luego rodé de residencia en residencia hasta que me quedé en una que recordaré siempre, la casa de la señora Ana Carmona, en la urbanización La Victoria en Maracaibo. Fue muy especial esa viejita que hoy está descansando y que extraño. Una noche mientras estudiaba se levantó para hacerme un batido de jugo y darme un dulce. Aún cuando me gradué y me vine a Caracas, me llamaba todos los fines de semana para saber de mi, hasta que un día ya no lo pudo hacer y me dijo adios. De verdad que hay personas que se quedan en nuestra vida, pese a que ya no están en este mundo.
Ahora a comenzar de nuevo, dejo una familia maracucha que me albergó no sólo como inquilina de un cuarto, sino como parte de sus vidas. A veces hasta yo mandaba más que la dueña en esa casa. Cumpleaños, parrilladas, noches de kareoke, paseos a la playa, noches de golpe y contragolpe juntos(abril 2002), navidades, semanas santas en fin, 5 años y medios de convivencia.